Contaminación de vehículos. Contaminación de la industria. Contaminación lumínica… La contaminación exterior impulsa la moda nipona de usar mascarillas en las calles. Y es que los altos índices de contaminación exterior alertan a los ciudadanos, pero ¿por qué no existe la misma precaución con la contaminación del aire interior?
La contaminación del aire interior se produce en casa, en la escuela, oficina, centros comerciales, restaurantes, etc. Ésta es particularmente preocupante, ya que la sociedad pasa casi el 90% de su tiempo en ambientes interiores, según un estudio realizado en Canadá. De hecho, se han detectado más de 900 compuestos en el aire interior y algunos de ellos pueden estar entre 2 y 5 veces más concentrados que en el exterior.
La contaminación del aire interior se clasifica en dos categorías: materia particulada y contaminantes gaseosos. La primera incluye polvo, moho, humo, polen y partículas generadas por los aparatos de combustión. La segunda hace referencia a las partículas, en este caso gaseosas, generadas por los procesos de combustión. También se incluyen productos del hogar y pesticidas.
Según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), la mayoría de ciudadanos son conscientes de la merma de salubridad que produce la contaminación exterior, pero descuidan que la contaminación del aire interior también produce efectos peligrosos sobre nosotros.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud el uso de biomasa provoca la muerte prematura anual de aproximadamente 1.6 millones de personas debido a la inhalación de contaminantes como monóxido de carbón, óxidos de azufre, agentes cancerígenos, etc. Las muertes por contaminación del aire interior han sido, en muchas ocasiones, consecuencia de haber causado neumonías, cáncer de pulmón, cardiopatía isquémica o accidentes cerebrovasculares, entre otros.
A pesar de la baja conciencia del ciudadano por la contaminación del aire interior, sí es un tema candente y exigido por el Ministerio de Sanidad en España. Aquellas instalaciones de climatización con más de 70 KW deben respetar el RITE 2013 donde se especifica los parámetros que deben cuidarse y en que niveles son adecuados para la salubridad humana. De hecho, es una normativa de obligado cumplimiento y comprobada por inspectores especializados en la materia. Los técnicos de ACTUALIA, auditores en calidad del aire interior, comprueban que se cumple la normativa exigida, y en el caso de necesitarlo, crean estrategias para mejorar la calidad del aire.